Sobre lo que son, y lo que no son estos Mavericks (pista: no son los Warriors)



Fue una pena, los Dallas Mavericks tuvieron la victoria en sus manos, pero Russell fue demasiado Westbrook para ellos al final y terminaron perdiendo ante los Oklahoma City Thunder sin Kevin Durant por 114 - 117. 

Al acabar el partido leí en varias ocasiones que esto era "una oportunidad perdida", porque "los Mavs no pueden permitirse no ganar a unos Thunder sin Durant". Bien, lo primero es cierto, pues Dallas tuvo la victoria en sus manos, y si hubiesen gestionado mejor los últimos tres minutos y metido algún tiro libre más, probablemente habrían ganado, con lo cual es una oportunidad perdida. 

En lo segundo ya no estoy tan de acuerdo. Los Oklahoma City Thunder sanos, con Durant y compañía, son un equipo mínimo de 55 victorias. Sin él, ya lo vimos el año pasado, son un equipo de 45 victorias. Estos Dallas Mavericks sanos, en mi opinión, son un equipo de entre 45 y 50 victorias, y pensar más que eso por ahora me parece entregarse a las manos de un optimismo exagerado por la racha de seis victorias, ahora rota, y el hecho de haber tenido uno de los calendarios más fáciles hasta el momento. 

No, los Mavs sí que pueden permitirse perder contra los Thunder sin Durant porque se trata de un choque igualado, no de uno en el que sean favoritos, y mucho menos aún jugando en Oklahoma City. Teniendo en cuenta que se fallaron 12 tiros libres, que la defensa fue incapaz de parar a los jugadores de los Thunder salvo durante unos minutos en el tercer cuarto, que Dirk Nowitzki solo lanzó 7 veces (para hacérselo mirar tal y como estaba en el último cuarto), que ellos son el equipo que mejor rebotea de la NBA y tuvieron 14 rebotes ofensivos de los cuales sacaron 17 puntos, y que los Mavs fallaron en una de sus señas de identidad, el control del balón, cometiendo 17 pérdidas, el verdadero milagro y que habla bien de los Dallas Mavericks es que tuvieran posibilidades de llevarse la victoria. 

Hay algo que queda claro sobre lo que sí que son estos Dallas Mavericks: un equipo inteligente. Pero que tiene que pelear mucho y hacer las cosas casi a la perfección cada noche para llevarse la victoria ante equipos similares o superiores. Anoche no fue así. 

A veces parece que con cada derrota se cae el cielo encima, y más si es una como la de ayer cuando se iba ganando a poco del final, pero no es así. Esta racha de Oklahoma City - Memphis - San Antonio fuera de casa es una trampa de la que ya avisamos hace meses, y de la que todos firmaríamos salir con una única victoria, sea en la cancha que sea. Y, de nuevo, creer que se debe hacer algo mejor que eso, es sobrevalorar al equipo actual. 

"Sabes, a veces una derrota no es lo peor del mundo", dijo Dirk Nowitzki anoche. "Hace que todo el mundo vuelva a concentrarse". 

·"El margen de error no es amplio para nadie", dijo Wesley Matthews. "Hemos venido ganando partidos sabiendo cómo cerrarlos. Hemos venido ganando partidos desde la línea de tiros libres. Hemos venido ganando partidos por no perder balones. Hemos venido ganando partidos por no permitir 117 puntos. Hoy hicimos todo eso. Tenemos que volver a nuestro camino contra Memphis". 

Llamadme pesado si queréis (para eso están los comentarios), pero insistiré en otra cosa: el pico de rendimiento de estos Dallas Mavericks llegará en enero o febrero. Lo realmente extraordinario de estos Mavs es la química que tienen entre ellos pese a no haber jugado apenas juntos, y pese haber jugadores que vienen de lesiones graves y que tienen sus minutos restringidos. El calendario se complica ahora y hasta final de enero, un mes en el que 10 de los 18 partidos que se jugarán serán fuera de casa, incluyendo tres rachas de tres partidos fuera y cuatro back-to-backs. En febrero y marzo el calendario afloja.

Desde el 28 de enero hasta el 22 de marzo, 55 días naturales, los Mavericks juegan 22 partidos de los cuales 16 serán en casa y con solo tres b2b. De esos 22 encuentros solo 10 serán ante rivales que estuviesen en Playoffs la temporada pasada. Parsons, Matthews y McGee llevarán ya entre tres y cuatro meses jugando, y salvo que haya otras lesiones ahí es cuando los Mavericks deben despegar. Hasta entonces el objetivo sigue siendo estar como mínimo en el 50% de victorias, y todo lo que esté por encima de eso es un plus. 

Precisamente ayer debutó JaVale McGee con los Dallas Mavericks. El lunes pasado ya comentó que iba a empezar a entrenar con normalidad, y el sábado el doctor le dió el alta para jugar bajo una restricción de minutos. Su rendimiento en números fue bueno, con 8 puntos y 6 rebotes en 11 minutos de juego, demostrando parte de lo que puede aportar a este equipo en un rol a lo Brandan Wright. Pero, como es lógico, se le vio muy fuera de ritmo en defensa. Cada vez que tuvieron el balón, los interiores de los Thunder anotaron a placer contra él. Para ser justos, eso ocurrió también sin él en pista. Y para seguir con la justicia, su -16 en pista está muy condicionado por haber jugado con los suplentes, y estamos viendo que cuando Deron Williams está en el banquillo, las rachas del contrario se suceden. Pero es cierto que cuando McGee estuvo en cancha, coincidió con que los Thunder fueron mejores. 

JaVale McGee mejorará. Wesley Matthews cada vez será más regular. Chandler Parsons dejará de tener limitación de minutos y veremos de qué es capaz a tope (hasta ahora hay buenos signos). Los Dallas Mavericks, en general, deberían mejorar con cada semana que pase. Pero, por ahora, está bien ser realistas, y saber lo que los Mavs actuales son, y lo que no son. 

Para resumir: no se pueden ganar todos los partidos (a no ser que seas los Warriors - no, los Mavs no son los Warriors). Aceptemos lo que es este equipo, un conjunto peleón que aspira a entrar en Playoffs. Y aún estamos en noviembre. Paciencia tanto si las cosas van bien como si van mal.
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