¿A qué esperan los Mavs? Si nos fijamos en las señales, la respuesta es evidente



No estamos acostumbrados a que los Dallas Mavericks pasen por el mercado sin hacer mucho ruido. Hasta a los que habíamos avisado de que este iba a ser un verano tranquilo, por no decir aburrido, se nos ha hecho dura la aparente falta de actividad en las oficinas. Ni rumores fiables, ni firmas interesantes. Incluso los agentes de algunos jugadores, acostumbrados a los Mavericks de otros años, se empeñaban en filtrar el nombre de los Mavs como posibles interesados en sus clientes, sin tener en cuenta que este año no, que Dallas no encajaba en esos rumores para nada (Jrue Holiday, Derrick Rose, Michael Carter-Williams...). 

Todo está resultando excesivamente lento, como si los Dallas Mavericks estuviesen esperando a algo. Ninguno sabemos exactamente qué está pasando detrás de las cortinas. Pero, en realidad, sí que podemos hacernos una idea con lo que hemos visto hasta ahora. 

Una situación que comienza a impacientar a los fans es la de Nerlens Noel. Por ahora no hay acuerdo entre franquicia y jugador, y las pocas señales que recibimos indican que los Mavs han hecho su oferta y están a la espera de que Noel sea capaz, o no, de encontrar a otro equipo que le firme por más aún a sabiendas de que Dallas igualará lo que sea. 

El primer día del mercado, Tim MacMahon dijo que los Mavs estaban preparados para pagar a Noel lo que el mercado demandase, y por ahora ese mercado lo están marcando los mismos Mavericks. Del resto de franquicias, solo parece que Atlanta o Phoenix puedan hacer una oferta de más de $20 millones, con los Nets aún como posibilidad si se deshacen de algunos contratos no garantizados. No sabemos qué han ofrecido exactamente Cuban y compañía al pívot, pero sí que sabemos que han decidido negociar en la medida de lo posible y no pujar contra sí mismos, como puede ser que hicieran el verano pasado con Dwight Powell, cuando podían haber esperado simplemente a que firmase con otra franquicia e igualar pero llegaron a un acuerdo por adelantado del que ahora probablemente se arrepientan.

No hay una fecha límite clara en el horizonte para saber cuándo se va a solucionar la situación de Noel. Puede ser en breve, si firma con otra franquicia y los Mavs igualan. Puede alargarse algunas semanas más, si no consigue esa oferta de otro lugar pero lo continúa intentándolo. En casos como los de Bledsoe o Tristan Thompson, se llegó casi al mes de septiembre. En excepciones como Motiejunas, a lo largo de la temporada. Otra opción es que Noel firme la qualifying offer por $4,1 millones, juegue un año más y sea agente libre sin restricciones el verano que viene. En ese caso rechazaría un contrato que podría estar entre $70 y $90 millones por la posibilidad de firmar más el verano de 2018. Siendo algo que ocurre en pocos casos, nada es descartable.

El principal movimiento ocurrió hace unos días, y fue el traspaso que llevó a Josh McRoberts a Dallas. No nos engañemos, los Mavs no ven a McRoberts como un jugador que vaya a aportar. Hicieron el traspaso porque libera algo menos de un millón para el verano que viene con la salida de A.J. Hammons, porque añade una segunda ronda en 2023 (lejana, puede salir un Satnam, un Hammons o un Crowder), porque los expirings como los de McRoberts pueden volver a ganar valor este año (quizás los Mavs piensen en la posibilidad de hacer otro movimiento al estilo Noel en febrero), y porque los Heat enviaron más de $5 millones en cash para cubrir los costes de su contrato. 

"Estamos en reconstrucción, ¿verdad?", dijo Mark Cuban durante una de las retransmisiones de la Summer League. "No hay dudas sobre ello. Si estuviésemos en el Este, no estaríamos reconstruyendo, lo estaríamos llevando de forma completamente diferente. Pero dado dónde estamos, dado dónde están los Warriors y lo que está pasando en la Conferencia Oeste, casi que no podíamos hacer otra cosa". 

Esas declaraciones dejan bastante clara la situación. Bajo las condiciones actuales, y contando con una renovación de Noel por algo menos de $20 millones, Dallas tendría entre $12 y $15 millones libres en el verano de 2018. Esa cantidad se podría aumentar cortando contratos no garantizados (Brussino, Finney-Smith) y renunciando a Salah Mejri. También, por supuesto, traspasando o cortando a Dwight Powell ($9,631,250) o Wes Matthews (opción de jugador de $18,622,514). En 2018 y 2019 hay clases de agentes libres más potentes que las de este verano, pero hace falta algo más para aspirar a algo que no sea solo renovar a Seth Curry. Y no menciono 2019 por casualidad: para entonces el contrato de Matthews habrá terminado, Harrison Barnes tiene opción de jugador, y Dallas podría presentarse al mercado con una buena cantidad de espacio salarial y con Smith, Noel, otro pick de Draft y quizás Seth Curry como base joven y puede que atractiva. 

Otra indicación: según contó el propio Zach Lowe en su podcast, Harrison Barnes le escribió para decirle que debería haber incluido a los Dallas Mavericks en una de sus columnas en ESPN como uno de los ganadores del verano, porque tendrán espacio salarial para el verano que viene. Y podemos entender que Barnes estará al corriente de los planes de la franquicia. 

Nadie quiere hablar del tanking, pero si leemos las señales que hemos recibido en estos 11 días de mercado, creo que conforman una flecha en esa dirección. No un tanking extremo, como el realizado por los Philadelphia 76ers, pero sí el entendido como dejar pasar oportunidades para mejorar en el presente para tener más flexibilidad y, si todo va bien, mejores jugadores en el futuro vía Draft. Como no hacer un intento por un jugador joven que sale barato como Ben McLemore u otro relativamente aún joven como Tyreke Evans que sale regalado. Dos tipos de movimientos que habrían encajado en los planes de los Mavericks de temporadas pasadas. 

Pero parece que este verano el plan ha cambiado. Dejar pasar oportunidades como esas. Absorber un contrato a cambio de espacio salarial futuro y una segunda ronda. Según los rumores, no entrar en las conversaciones por los jugadores de los Celtics que podían salir (Smart, Crowder, Bradley, quien al final salió) por no estar dispuesto a dar una primera ronda que prevén que puede ser buena. El plan completo de los Mavs solo lo conocen ellos, y puede que al poco de publicar esto den un giro y dejen en ridículo toda esta explicación. Pero las señales están ahí. E indican un cartel que pone "en la 2017-18, hasta donde nos lleven los chavales que tenemos. Sea luchar por los Playoffs si Rick hace un milagro, o sea otro pick top 10 de Draft". 

Es diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, y por eso a lo mejor cuesta hacerse a la idea, pero estos Mavs no están siendo construidos para ganar ahora. Y, de hecho, ganar ahora más gracias a nuevos fichajes, pero al mismo tiempo no ganar lo suficiente para entrar en Playoffs, solo complicaría más las cosas. 

Los Dallas Mavericks han reconocido un Oeste imposible de ganar por la presencia de los Warriors, en el que cualquier refuerzo posible este verano probablemente no asegure la presencia en la post temporada, y cualquier dinero comprometido, sumando a lo que ya hay y habrá (Noel) en las cuentas, podría llevar más a una situación de estancamiento que de mejoría. En definitiva, han visto que este no es su momento. Llamémoslo reconstrucción o tanking, como se prefiera: básicamente, los Mavs esperan a que vuelva a ser su momento. 
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