Nowitzki: El mundo no se acaba con 30.000


Mucho se ha escrito sobre Dirk Nowitzki en los últimos días. Su entrada al selecto club de los 30.000 le ha hecho aparecer en televisión, radio, prensa y en muchas páginas que no acostumbran a informar, no solo sobre los Mavs, sino sobre baloncesto. Partiendo de ahí, podemos darnos cuenta de la verdadera dimensión que ha cruzado el alemán. Ahora todo el mundo sabe la gesta que ha logrado, algo que enorgullece a todos los que hemos seguido su camino día sí y día también. Siempre es emocionante ver las muestras de cariño que recibe tu jugador franquicia de gente, que aunque no haya visto un partido de Dallas en su vida, valoran el legado de Dirk.

Cuando te paras a pensar en los vecinos que tiene en el piso de arriba, pero ahora en el mismo edificio, tal dimensión se multiplica por diez. Chamberlain, Jordan, Bryant, Malone y Abdul-Jabbar, son el más alto rango en distinción honoraria que ha dado la NBA, y ahora uno de los nuestros está ahí, siempre bajo el paraguas de Cuban, siempre bajo el techo de un American Airlines Center que explotó de jubilo con un fadeaway (no podía ser de otra manera) que supuso la entrada en los anales de la historia.



Pero lo cierto es que lo realmente importante para Nowitzki es ser competitivo, poder ayudar al máximo a un equipo que vive inmerso en una lucha sin tregua para entrar en unos Playoffs más baratos, y a la vez más caros que nunca.

La paradoja es simple, hasta 6 equipos tienen opciones reales de clasificarse, aunque el que lo haga será con un récord muy probablemente por debajo del 50%, de ahí lo barato del puesto. A falta de poco más de 15 partidos para todos ellos, Dirk no quiere bajar los brazos, y se encuentra en el mejor momento de la temporada. Desde el 7 de marzo ha superado los 18 puntos en 7 ocasiones, con 4 dobles dobles, algo que solo había logrado en 2 ocasiones en el resto de la temporada. Además, su promedio reboteador por 36 minutos (9,1) es el segundo mejor de su carrera, superado por el de la temporada 2000-2001 (9,4) cuando tenía 23 años y todavía saltaba algo.
Desde que empezó febrero, sus números son de 15 puntos y 7,95 rebotes en tan solo 27,6 minutos por noche. A ello hay que sumarle un 46,6% en tiros de campo, cuando hasta febrero apenas había superado el 43,5% en ningún mes, y un 95,5% en tiros libres, cifra que había caído hasta el 81,8% en enero.

Por tanto se puede afirmar que Dirk ha vuelto fuerte de una lesión en el aquiles que nos mantuvo bastante alerta durante unas semanas. Se tomó su tiempo de puesta apunto y está en el proceso de elevar su nivel para tratar de alcanzar sus decimosextos Playoffs, en una temporada en la que de jugar todos los partidos que le restan, será la segunda que menos encuentros haya disputado (temporada rookie aparte).

Horizonte tras los 30.000

Pero aunque parezca que ya quedan pocas cosas que celebrar con Dirk, lo cierto es que todavía quedan muchas, y muy buenas. Todavía tendremos tiempo para sacar nuestra caja de pañuelos y soltar alguna lagrima.

Partiendo de la base que la siguiente temporada su continuidad está asegurada por sus propias palabras, eso querrá decir que estaremos ante su 20 temporada en la NBA; más que eso, estaremos ante su 20 temporada en Dallas, algo que solo ha logrado hacer Kobe Bryant con los Lakers, y superará así a Duncan y Stockton que hicieron lo propio con Spurs y Jazz durante 19 años.
Durante esa vigésima temporada, Dirk estará más o menos cerca de entrar en el top5 de anotadores históricos, lugar que ocupa Wilt Chamberlain, el hombre de los 100 puntos, con 31.419 puntos, a 1.415 de Dirk a cierre de artículo. Eso significa que Nowitzki necesita una media de 14,15 puntos por partido en los 100 que restan hasta el fin de la próxima temporada (18 de la presente y 82 de la siguiente).

La gesta pues, no parece descabellada al poco que la salud le acompañe y su toque de muñeca continúe siendo efectivo. Una vez allí, "The Tall Baller from the G" no descarta cumplir otra temporada más y llegar hasta los 40 jugando para los Mavs. En ese escenario, alcanzar a Jordan con 32.292 puntos sería alcanzable, aunque para ello hay que soñar mucho todavía.


Si estos objetivos parecen bastante reales (a excepción del último), los realmente emocionantes son los que estarían por venir una vez decida poner punto y final a su carrera.

La noche en la que el #41 cuelgue para siempre del AAC puede ser un mar de lagrimas a la altura de cuando dispute su último encuentro en Dallas. Ya solo escribiendo se me pone la piel de gallina...

Es posible que su vinculación con los Mavs no acabe ahí, lo lógico sería pensar que de una forma u otra seguirá ligado a la franquicia de Cuban. Se hace difícil pensar en este equipo sin Dirk, pero aunque tener un puesto que le tenga en la primera línea de fuego puede no ir con él, y en los despachos tampoco le veo vinculación, sí que podría seguir cómo entrenador de tiro o "scouting" por Europa, intentando encontrar a su próximo él, un reto enorme.

Pocos años después de eso, llegará su entrada al Salón de la Fama, lo que le aupará definitivamente al Olimpo de la historia de la NBA, una especie de templo sagrado para que las leyendas sean veneradas y recordadas para siempre.

Será entonces cuando echemos la vista atrás y digamos gracias, gracias por hacernos enamorar de este maravilloso deporte. Pero hasta entonces, disfrutemos cada momento.



D-Mavs en Twitter y en Facebook
Toda la NBA en BasketAmericano
-----

Share this

Entradas relacionadas

Anterior
Next Post »