"Jugar contra los Jazz es como ir al dentista" (Rick Carlisle)



Hasta el partido de anoche, los Utah Jazz se habían llevado cuatro de sus últimos seis enfrentamientos contra los Dallas Mavericks. Era la historia de un equipo al alza, los Jazz, empezando a dominar a uno a la baja, los Mavericks. Sin embargo, en el partido más importante que han disputado entre los dos en los últimos años, en abril del año pasado, los Mavs tiraron de oficio para ganar. 

El de ayer no era tan must win como aquel, pero para Dallas una derrota hubiera supuesto la tercera consecutiva y alejarse a tres partidos de Denver después de haber tocado casi con los dedos los puestos de Playoffs. Y ahí estaban. Tras las derrotas contra Nuggets y Blazers, los Mavs se encontraban 21 puntos abajo en el tercer cuarto con unos Utah Jazz muy superiores. "Jugar contra los Jazz es como una visita de dos horas y cuarto al dentista", dijo Rick Carlisle tras el partido. Y acabaron remontando y ganando en la prórroga. Quizás los visitantes se relajaron, creyendo finiquitado su tercera victoria en cuatro noches, todas ellas fuera de casa. Pero hay algo que no se le puede negar a estos Dallas Mavericks: su actitud competitiva. 

"Somos un grupo resistente, nos recuperamos bien, vamos a seguir jugando duro cada partido", dijo Harrison Barnes. "Nos hemos puesto en situaciones difíciles, de algunas hemos conseguido salir y de otras no. Pero esta es una gran victoria para nosotros". 

Ya sea estando con un balance 6-20 o 21 puntos por debajo ante un equipo top de la conferencia, estos Dallas Mavericks no van a tirar la toalla. Demasiado para aquellos que querían (queríamos) un pick alto en el próximo Draft. Ya nos avisaron: hasta que se pierdan todas las posibilidades matemáticamente, seguirán luchando. Habrá altos y bajos en el camino, grandes victorias y dolorosas derrotas, pero hasta que no les den la puntilla van a seguir embistiendo. Con Dirk rejuvenecido por momentos y clutch como siempre. Con Harrison Barnes aprendiendo a ser un líder. Con la tenacidad de los secundarios y la estrategia de Rick Carlisle. Hasta el final. 

"Intenté ser agresivo", dijo Barnes, quien anotó 31 puntos con 12/20 en tiros de campo, haciendo buena parte de su daño (8 puntos) en la prórroga. "Fue una buena victoria de equipo. Justin Anderson saliendo y siendo un gran revulsivo para nosotros. Dirk siendo él mismo al final... clutch. Creo que en general ha sido una gran victoria de equipo". 


Barnes mencionó a Justin Anderson merecidamente. A pesar de jugar menos de 10 minutos y meter solo dos puntos, Justin aportó energía y metió al público en el partido (sus dos puntos llegaron machacando un tiro libre fallado por Dorian Finney-Smith). En el mismo saco que Justin podríamos meter a Devin Harris, responsable de 13 puntos, 5 rebotes y una recuperación que valió mantenerse en el partido. 

"Últimamente está siendo muy importante para nosotros", dijo Barnes sobre Harris. "En defensa le tocan los emparejamientos más difíciles. En ataque está llegando hasta la pintura, sacando faltas, dando pases extra, consiguiendo balones divididos. Lo que nos aporta no se puede valorar". 

Rick Carlisle, siempre el más duro con el sophomore de los Mavs, fue el primero en alabar su actuación. Su presencia en la pista junto a Finney-Smith y Yogi Ferrell elevaron el tono de la defensa. 

"Los chicos llevan luchando todo el año. No estábamos jugando bien, no estábamos peleando lo suficiente, y el que ha cambiado el partido ha sido Anderson", aseguró Carlisle. "Justin Anderson salió con energía, con fuerza. Jugadas en transición, el mate en el tiro libre, sacar una falta en ataque en el otro lado, metió al público en el partido. Nos dio energía en ese tramo, jugó hasta estar agotado y los compañeros fueron capaces de encontrar una forma de ganar". 

Carlisle también valoró especialmente la victoria por tratarse de los Utah Jazz. 

"Los partidos NBA, de media, duran dos horas, 16 minutos y 59 segundos. Jugar contra estos es como estar dos horas, 16 minutos y 59 segundos en el dentista. Es una lucha constante", dijo Carlisle. "Intentas subir el ritmo del partido, pero es muy complicado porque ellos son muy disciplinados y son buenos. Creo que el hecho de que estaban en un back-to-back fue clave al final. Creo que Devin Harris fue otro héroe del partido, Dirk jugó genial, Barnes hizo grandes jugadas, Curry, después de empezar lento, fue entrando y lo hizo bien. De nuevo, creo que los minutos de Anderson fueron cuando cambió todo". 

Harrison Barnes volvió a ser el máximo anotador de los Mavericks, y ya lleva más partidos con 30 puntos o más en los Mavs que los que consiguió el jugador al que reemplaza, Chandler Parsons. Hablando de Parsons, algunos aprecian un toque de Carlisle hacia el alero en la forma en la que destacó algunos atributos de Barnes. 

"Es un estudioso del juego. Está comprometido con su dieta, cuida su cuerpo, no es un fiestero", describió Carlisle. "Es un profesional realmente serio. Ha estado en un equipo ganador y ha estado con jugadores geniales como Steph Curry y otros. De eso aprendes. Cuando yo jugaba estaba en un equipo con Bird, McHale, Parish y esa gente, y ves lo que hace falta para jugar a ese nivel. Tienes que tener un nivel de habilidad, pero el nivel de compromiso varía mucho dependiendo de la persona. Él tiene todas esas características. A su edad, solo veo que cada vez va a ser mejor y mejor". 

Los Dallas Mavericks están a dos partidos y medio de los Denver Nuggets, y tienen tres partidos restantes antes del parón del All Star (y del trade deadline): Orlando en casa el sábado, Boston en casa el lunes, y Detroit fuera el miércoles. 
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