Con las miradas
puestas en Harrison Barnes, o en los últimos coletazos de Nowitzki, poca gente
habla de Wesley Matthews. Él sabe mejor que nadie, que esta es su temporada
para confirmar que los Mavericks no se equivocaron en apostar fuerte por él dos
veranos atrás.
Lejos queda ya su
terrible lesión y los meses de recuperación en la sombra, y lejos queda también
una temporada pasada donde contra pronostico, ya se vistió de corto desde el
primer día, y aunque no acabase de coger la forma del todo, si fue el jugador
con más minutos en pista (33,9mpp) y jugando 78 partidos. Nada mal para un tipo
que venía de romperse el tendón de Aquiles…
Sus números en
ataque se resintieron algo (12,5ppp) y en ocasiones se le veía tomar decisiones algo
precipitadas, y un cierto respeto a entrar a canasta con su agresividad usual;
bien por falta de velocidad, de confianza, o por miedo a romperse de nuevo. Sus
porcentajes no fueron para tirar cohetes ni mucho menos, y la irregularidad
sería la palabra clave para definir las rachas de tiro de Wes. (36% T3 y 38,8
%TC) Fueron más las noches que no metía ni en una piscina olímpica, que las que
veía el aro con los ojos cerrados, pero a nadie parecía importarle eso mucho…
El gran valor de
Matthews siempre ha sido su defensa y su intensidad. Ya en Portland fue
reconocido como uno de los mejores defensores de perímetro de la liga, y en
Dallas ha sabido mantenerlo. Combina un gran movimiento de piernas, con una
capacidad de anticipación extraordinaria, que unido a su gran físico hacen que
sea un quebradero de cabeza para sus atacantes.
Él se ha cansado
de repetir por activa y por pasiva, que hasta la segunda temporada tras una
lesión como la suya, no se recupera el nivel por completo, y ahora le toca
corroborar tal afirmación. De momento no podemos sacar demasiadas conclusiones
de la pretemporada, pero por lo que hemos visto, podemos decir que se le ve
bastante más rápido, ha bajado algunos kilos y parece tener más confianza en
sus penetraciones a canasta, incluso luce un look algo diferente. 8,4
puntos por partido, en 20 minutos son sus números en los 5 encuentros que ha
disputado, aunque ha ido de menos a más, y en el penúltimo partido
contra los Rockets destacó con 15 puntos, 5 rebotes y 4 robos, en una versión
más parecida a lo que se espera de él.
Su rol en la ofensiva no variará demasiado respecto a la
temporada pasada, quizá hasta que Harrison Barnes no termine de encontrarse
cómodo y con confianza para tomar responsabilidades, Wes tenga que aumentar su
número de lanzamientos. Ahora con un quinteto más defensivo, con las llegadas
de Bogut y Barnes, Ironman podrá tomarse un respiro del que no podía gozar
durante la temporada anterior, pudiendo reservar energías para el ataque, donde
realmente se espera una evolución por su parte. Lo ideal sería estar en torno
al 40% en triples y 45% en tiros de campo, cifras similares a las de su última
campaña con los Blazers. Con un punto más de velocidad, que parece haber cogido
este verano, debería agregar nuevas armas a su arsenal ofensivo, como tiro tras
dribbling, o penetrar para abrir espacios a Deron o Harrison, sino finalizar en
el aro, y seguir explotando ese posteo efectivo hasta el momento, contra
rivales más flojos físicamente.
Ahora, con 30 años recién cumplidos y una plena
recuperación del tendón de Aquiles, parece ser que podemos estar ante el gran
momento de Matthews, y justamente cuando nadie habla de él. Un contrato máximo hace
dos veranos, que ahora quiere dejar amortizado, y un arco desafinado que quiere
volver a lanzar flechas certeras.
-----D-Mavs en Twitter y en Facebook
Toda la NBA en BasketAmericano
-----