No fue el nombre más
llamativo entre las incorporaciones realizadas por los nuevos Dallas Mavericks
de la temporada 2016/17. En un equipo acostumbrado a hacer grandes cambios cada
pretemporada, con el propósito de mantener o subir el nivel de la plantilla,
nombres como el de Harrison Barnes, Andrew Bogut o Seth Curry sonaron por
encima del resto.
Sin embargo, no hay
que olvidarse de Quincy Acy, criado en el estado de Texas y que estudió en el
Instituto de John Horn, a solo 30
minutos del American Airlines Center
de Dallas. A pesar de que firmó un contrato de dos años por el mínimo, siendo
uno de los salarios más bajos de la plantilla, estamos hablando de un jugador
no solo con mucho que demostrar, sino que a sus 26 años recién cumplidos, aún
es un jugador joven del que se espera que progrese y pueda alcanzar su techo en
las próximas temporadas.
En el mencionado
Instituto John Horn, Acy promedió
17,8 puntos y 7,8 rebotes por partido en su último año, lo que le valió para entrar
en la Universidad de Baylor, donde en
cuatro años se convertiría en uno de esos jugadores adorados por los fans.
Entre algunos de sus logros, cabe destacar que es el segundo jugador en la
historia de la Universidad en entrar en los Top 10 de puntos, rebotes, tapones y
porcentaje de tiros de campo. También ostenta el record de victorias del equipo
en manos de un solo jugador, llegando a las 100 durante su carrera universitaria. Su último
año tuvo unos promedios de 12 puntos, 7,4 rebotes y 1,8 tapones en los 38 partidos
que disputó, que le valieron para ser elegido tanto en el primer quinteto
defensivo como en el segundo mejor quinteto de la conferencia.
Dio el salto a la
NBA con Toronto Raptors, que lo seleccionaron en el puesto 37 de la segunda
ronda del Draft. En sus cuatro años en la liga no lo ha tenido fácil, cada año
ha cambiado de destino, siendo traspasado en dos ocasiones y teniendo que alternar estancias en la D-League con el equipo principal durante sus dos primeros cursos.
Con una estatura de
2.01 cms, Acy es un ala-pivot undersized,
que lo compensa siendo un jugador muy físico y muy aplicado en defensa, pero
que tampoco está exento de calidad, incluso ha incorporado el tiro de 3 puntos
a su juego durante su último año en Sacramento. Lo que salta a primera vista al
verle en la cancha es que es un luchador, es de esos jugadores que con sus
acciones y su energía hacen que los aficionados locales se vengan arriba y los
visitantes apunten su nombre. El propio Dirk y los Mavs ya han sufrido sus incómodas defensas enfrentándose a él en Knicks y Kings. Su último año en Sacramento, con 14,8 minutos de media por partido promedió 5,2 puntos, 3,2 rebotes, con un 55,6% en
tiros de campo y un 38,8% de acierto en triples. Números consistentes teniendo
en cuenta la escasez de minutos de los que dispuso.
Quincy Acy tiene
corazón de guerrero, de luchador incansable, de no dar un balón por perdido ni
de despegarse un instante de su marca, pero también posee el talento para ser
una pieza importante en la rotación del equipo. No será tarea fácil, porque
está llamado a ser uno de los hombres que sustituyan a Dirk en sus descansos y formará
parte de un quinteto de menor calidad. Tampoco olvidemos que tendrá que luchar
en su puesto por minutos, ya que Powell y Mejri también esperan su oportunidad,
aparte de los minutos que Barnes jugará de cuatro.
¿Conseguirá Acy
tomar el relevo de los últimos guerreros de los Mavs como lo fueron no hace mucho
Tyson Chandler o Zaza Pachulia? Muy pronto sabremos la respuesta. Aunque el bueno de Quincy Acy ya lo tiene claro, como explicó en una entrevista para Mavs.com, “Me voy a dejar
el corazón cada noche, juego para el equipo de mi ciudad, es un sueño y una
bendición poder hacerlo. Es una oportunidad muy grande para mí, saldré a la
cancha cada partido y defenderé, me pelearé o me tiraré al suelo. Lo que tenga
que hacer para ayudar al equipo, lo haré”.
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