El quinteto titular de los Dallas Mavericks comenzó la temporada regular como había terminado la pretemporada: con un nivel de desconexión preocupante, tanto en defensa como en ataque, con serios problemas para conseguir canastas y tratando de asentarse en una defensa que tiene algunos mimbres pero también puntos débiles (llámese Dirk Nowitzki principalmente) y aún con falta de química.
A pesar de eso los Mavericks tiraron de veteranía y calidad individual para mantenerse en el partido y nunca darlo por perdido. Primero fue Deron Williams. Después, J.J. Barea. Alguna pincelada de los jóvenes, Dirk, y por último, llegó Harrison Barnes para mandar el partido a la prórroga.
Pero no fue suficiente con quedarse cerca de empatar su récord de franquicia de triples en un partido de temporada regular (18/48). Aunque nunca se fueron del todo del partido, aunque en varias ocasiones se pusieron a dos puntos solo para ver cómo Indiana se volvía a marchar, aunque al final llegaron a ponerse por delante y a forzar el tiempo extra, daba la sensación de que Indiana tenía controlada la victoria. De que si los Mavs lograban llevársela, sería un auténtico "robo" por encima de sus posibilidades.
Porque Indiana es mejor equipo que Dallas. Y más en su cancha. Los Pacers han ganado los últimos cinco partidos a los Mavericks (y ocho de los últimos diez), lo que significa que no se les gana desde que ficharon a Monta Ellis. Este año además se han reforzado con dos titulares como Jeff Teague y Thaddeus Young, tienen a Al Jefferson para crear desajustes desde el banquillo, y hemos visto cómo un Myles Turnes de 20 años ha irrumpido desde el primer partido. Repito: Indiana es mejor que Dallas, y haber ganado allí, e incluso me atrevería a decir que haber llegado a forzar una prórroga, es algo por encima de las posibilidades de los Mavericks. Puede verse como una visión victimista, de equipo pequeño, puede verse como una forma de tratar de sacar algo positivo (de alguna manera) de lo de anoche colocándose desde un lugar inferior a Indiana. Pero si alguien cree de verdad que estos Mavericks son mejores que estos Pacers, y más jugando en Indianápolis, le invito a abrir un debate sobre ello en los comentarios o en Twitter.
Pero por todo lo anterior esta derrota sirve como ejemplo de lo que podría ser esta temporada para el equipo de Rick Carlisle.
Si analizamos uno por uno los jugadores de cada plantilla, seguramente Paul George sería el mejor jugador también en los Mavericks. Con todo el respeto para Dirk, Deron, Bogut y todos los veteranos de Dallas, probablemente Turner, si se confirma así, también lo sería ahora mismo, o al menos el segundo. Monta Ellis podría seguir siendo perfectamente el segunda espada de Dirk, y quizás también Jeff Teague. Los Mavericks tienen talento veterano, pero no la clase de talento fulgurante, veloz, en su mejor estado que tienen los Pacers, un equipo llamado a pelear por factor cancha en el cada vez más competitivo Este.
Creo que la defensa de Dirk Nowitzki merece un punto a parte. Durante toda su carrera se le ha acusado de ser un mal defensor, pero en sus mejores años era, como mínimo, decente. Aquello pasó, claro, y creo que el momento de inflexión fue la serie de Playoffs contra Houston. Entonces quedaron al descubierto todas sus carencias físicas fruto de la edad. Su movilidad es muy reducida, y sufre una barbaridad defendiendo a cuatros abiertos. Por eso anoche casi se encontró más cómodo en los minutos en los que jugó de pívot. Tenemos que acostumbrarnos a que el alemán se convierta en el foco del ataque rival, porque es el eslabón más débil del quinteto titular. El resto de sus compañeros tendrán que compensar su presencia con un esfuerzo extra, y él deberá estar acertado en ataque para contrarrestar los puntos que deje atrás.
A pesar de ello, los Mavs encontraron formas de pelear. Pese a un Dirk de 38 años al que le bailan las piernas en defensa, pese a lesiones y problemas físicos (Harris se perderá más de un mes aunque los Mavs no lo reconozcan aún, Barea apenas puede doblar el codo izquierdo y anoche jugó infiltrado), pese a otra noche de arco desafinado para Wesley Matthews, pese a la falta de intimidación interior en la segunda unidad, los de Carlisle supieron buscar la manera de estar tan cerca de llevarse una victoria que no les correspondía.
Y creo que eso se extrapolará al resto de la temporada. Que los Mavericks probablemente tengan menos talento que los equipos con los que competirán por los puestos de Playoffs, y que, aun así, encontrarán una forma de entrar en la pelea. Vuelvo a incidir en que la falta de química entre los titulares es problemática, pero debería ir mejorando según acumulen minutos juntos. Ante todo, los Mavs son un bloque veterano en sus primeros jugadores de rotación, y joven y atlético en aquellos que entran desde el banquillo. Carlisle tiene entre manos a jugadores que saben cómo se gana, pero tiene que encajar las piezas mientras va introduciendo a los de menor edad.
Barnes empezó mal, pero terminó siendo de lo mejor en los últimos minutos y la prórroga. Justin Anderson hizo un partido sólido, no brillante, con porcentajes mejorables, pero con 7 puntos, 5 rebotes y una buena defensa en 20 minutos. Pudimos ver algunos flashes de lo que podría llegar a ser la defensa con Anderson, Matthews y Barnes juntos en pista. Durante buena parte del partido los Mavericks cambiaron de par en cada acción y los tres mencionados ofrecen una gran versatilidad en ese sentido. En la segunda mitad, especialmente en el tercer cuarto y el comienzo del cuarto, los exteriores de Indiana pasaron verdaderos apuros para anotar, y los puntos de los Pacers llegaron a través de tiros libres, de generar ventajas a partir de atacar a Dirk Nowitzki, o de la inspiración de Myles Turner en general, que fue un destrozo continuo para la defensa. Pero cuesta hablar sobre el potencial de una defensa cuando encajas 130 puntos.
"Hizo un poco de todo para hacernos daño", dijo Carlisle sobre Turner. "No fue solo una cosa. Estuvo muy activo y llevó el balón hasta la canasta".
"Estuviese con una mano en su cara o abierto, daba igual", dijo Deron Williams sobre Turner. "No sé si será capaz de hacerlo cada noche, pero si puede, va a ser un gran jugador".
"Obviamente la defensa tiene que ser mejor", concluyó Carlisle. "Dar 130 puntos a tu rival no es una buena forma de hacer negocios".
Seth Curry fue de menos a más, pero por desgracia para él y para los Mavs, esa tendencia a meter la mano en defensa que llevó a Dallas a conseguir un par de robos consecutivos en el último cuarto también lo mandó para la ducha por acumulación de faltas cuando mejor estaba jugando y cuando estaba siendo parte fundamental de lo que parecía un cambio de tendencia en el partido. Aunque estas estadísticas siempre son extremadamente relativas al aplicarlas a una muestra pequeña, Curry tuvo el mejor Net Rating de los Mavs, siendo 27,4 puntos por cada 100 posesiones mejores que los Pacers con él en pista (el peor: -41.8 de Andrew Bogut). Eso se tradujo en un +/- de +7 en pista. Dwight Powell estuvo bien en el rebote pero bastante perdido en el resto de facetas.
Casi todas las categorías estuvieron igualadas, con leve ventaja para los locales:
Rebotes: Mavs 49 - 52 Pacers
Puntos en la pintura: Mavs 42 - 54 Pacers
Puntos de 2ª oportunidad: Mavs 13 - 12 Pacers
Puntos al contraataque: Mavs 7 - 11 Indiana
No hay victorias morales que valgan.
"Ahora mismo estamos 0-1", dijo Nowitzki tras el partido. "Así que no hay mucho positivo que sacar".
En la NBA si no estás unos cuantos partidos por encima del 50% puedes despedirte de luchar por los Playoffs. Pero hay noches, o temporadas, en lo que lo máximo que se puede pedir es que se deje todo en la pista y que se encuentre la forma de luchar.
El #Mavsoquismo está de vuelta.
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