Houston Rockets 106 - 98 Dallas Mavericks



Primer partido en casa (por eso haremos la excepción de la crónica)  y segunda derrota.. Los Mavs afrontaban el derbi texano con la baja de ultima hora de Dirk Nowitzki por problemas estomacales, que le hicieron perderse el entrenamiento de tiro por la mañana, y le hacen ser duda para viajar a Houston el domingo. Carlisle colocaba a J.J. Barea en el quinteto junto a Deron Williams, Wesley Matthews, Harrison Barnes y Andrew Bogut. En Houston los habituales: Harden, Gordon, Ariza, Anderson y Capela.

Los primeros minutos fueron un intercambio constante de golpes (14-12) con Barea y Deron liderando el ataque. Houston empezaba con acierto desde el triple (3/4) e imponiendo un ritmo rápido en las transiciones.
Harden empezó el primer cuarto un tanto desesperado ante la gran defensa de Wes, que unido al acierto de Barnes y una buena canasta de Curry por velocidad obligaban a D’Antoni a pedir el primer tiempo muerto.
Tras este tiempo los Rockets logran ponerse 9 arriba (21-12) con un Ariza que era una pesadilla (oh, sorpresa!). Barnes consiguió igualar el partido a 24, con él anotando el 50% de los puntos.

El segundo cuarto se inició con el quinteto del futuro: Barea, Seth, Justin, Acy y Powell. Los jóvenes de Dallas salieron algo acelerados y, con la mirilla fijada en el triple vinieron 3 fallos seguidos desde la larga distancia (Acy y 2 de Curry), aunque el barbudo pudo desquitarse anotando uno esquinado. Luego se llevo un poster de Capela que no nos cansaremos de ver en Deportes Cuatro…
Los primeros minutos fueron algo trabados y con faltas innecesarias. Tras 4 minutos de cuarto el parcial era de 6-4 para los visitantes. Seth se puso rápido con 3 personales, ojo que ya acumula 10 en poco más de 30 minutos totales, y el ataque de los Mavs estaba realmente estancado, solo Wes desde el tiro libre sumaba.
En los últimos compases apareció el D-Will que vimos ante los Pacers, con 7 puntos seguidos y dos canastas de bella factura que nos ponían por delante. Pero llegó un triple de Gordon y un 2+1 de Harden con técnica incluida a Wes que nos dejó 2 abajo al descanso. (52-50)

El tercer cuarto empezó con Barnes “on fire”, 7 puntos seguidos tras no anotar ni uno en el segundo. Aprovechando el emparejamiento con Ryan Anderson, Harrison le castigaba una y otra vez desde el puesto de ala pívot que no abandonó en todo el partido, y donde parece que saca mayor rendimiento a sus virtudes.
Andrew Bogut tras algunas acciones extrañas con los rebotes se llevó otra técnica, que unidos al acierto exterior de Ariza hicieron que los Rockets se pusieran 8 arriba, con Dallas anotando unos pírricos 9 puntos en 7:30 minutos. Barnes volvió a tomar responsabilidad y con su plástico tiro tras bote y dribbling acercó a 2 a los locales.
En este punto se inició un pequeño duelo de zurdos entre Harden y Simba, donde claramente la Barba ganó la partida y con 2 triples tan suyos, con respuestas nulas de Anderson, puso el +10 con el que acabaría el periodo.

Y el ultimo cuarto vino a confirmar las malas sensaciones del anterior. Con Ariza lanzando triples sin oposición, y McDaniels dando la puntilla, los Rockets se fueron de 12 con Harden mirando desde el banquillo. En los Mavs parecía que si no era Barnes nadie podía tomar la responsabilidad. Los Rockets llegaron a perder 18 balones, el doble que los Mavs, pero ninguno fue realmente aprovechable para los de Carlisle, ya que cada balón recuperado era un ataque todavía peor.
Con 14 abajo y todavía 4 minutos y medio por jugar, empezó el “hack” a Nene que nos hacía presagiar un partido eterno, aunque el efecto se evaporó rápido viendo el 8/12 desde la línea del brasileño.
Ya con el partido sentenciado, Carlisle sacó al equipo C con Brussino, Finney-Smith, Hammons, Mejri y Seth, a los cuales no les dio tiempo a demostrar más que un buen tiro a media distancia del tunecino, dos tiros libres anotados del argentino y un 3+1 de un Curry que debe empezar a controlar sus problemas con las faltas.

Poco a destacar más allá del gran partido de Harrison Barnes, 31 puntos que suponen su nuevo “career high” en solo su segundo partido con los Mavericks. 13/23 en tiros de campo y 5 rebotes y sobretodo demostrando que está plenamente capacitado para liderar ya al equipo. Lo de la pretemporada parecía una tapadera.

El calendario, así de caprichoso, nos da una oportunidad de venganza rápida el domingo en Houston, veremos si con Nowitzki o no…


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