Valoración de la temporada pre All Star



Llegamos por fin al parón del All Star. Los Dallas Mavericks vienen con la lengua fuera desde hace unas semanas, y necesitaban ya este descanso de casi 10 días para recargar energías. Y ya que estamos, nosotros vamos a aprovechar para hacer una valoración de lo que nos ha deparado la temporada de los Mavs hasta ahora, en un punto en el que hemos cumplido exactamente 2/3 de la misma. Sí, resta ya menos de un tercio de la campaña, o lo que es lo mismo, 27 partidos.

En el foro de basketamericano tenemos la costumbre de votar a los mejores de cada partido. Así está la clasificación:
  1. Nowitzki 54 puntos
  2. Pachulia 44 puntos
  3. Parsons 42 puntos
  4. Williams 39 puntos
  5. Mathews 20 puntos
  6. Felton 19 puntos
  7. Barea 15 puntos
  8. Powell 14 puntos
  9. Harris 12 puntos
  10. Mejri 3 puntos
  11. Villanueva 1 puntos
  12. Evans 1 puntos
  13. McGee 1 puntos
Vamos con las valoraciones de conjunto e individuales. Las notas son un conjunto de valoración global y valoración con respecto a las expectativas. 


Dallas Mavericks



Los Dallas Mavericks llegan al All Star con un balance 29-26. 

Por ponernos en situación, las apuestas en Las Vegas colocaron a los Mavs en unas 38 victorias para esta temporada, cifra que se superará sin problema salvo catástrofe. También se estará por encima de las 32 y 33 victorias que predijeron Matt Moore y Zach Harper de CBS Sports. Posiblemente también de las 41 victorias por las que apostaba ESPN. Y, por supuesto, de las expectativas de la buena gente de SB Nation. 



Una vez vemos que es evidente que se han superado las expectativas iniciales, ¿cómo de buena está siendo en realidad la temporada de los Mavericks? Ahora mismo su proyección es la de conseguir unas 44 - 45 victorias. Esas 45 victorias el año pasado habrían servido para empatar en el octavo puesto del Oeste. Este año, sin embargo, podrían dar un premio mayor. Con esto se hace evidente que el nivel de la conferencia ha sido más flojo este año hasta ahora, y los Mavericks se han aprovechado de ello. Aún está abierta incluso la posibilidad de luchar por la quinta plaza para verse las caras con los Clippers en primera ronda, sin duda a lo que aspiran todas las franquicias que ya se hacen a la idea de que no van a contar con factor cancha favorable. Pero Utah y Portland vienen apretando fuerte por detrás, y podemos esperar que los Rockets despierten al sentirse presionados, por lo que hay que estar atentos también por detrás. 

Las últimas cuatro semanas han sido duras y han dejado en evidencia todas las carencias de los Mavericks. Incapacidad de ser constantemente agresivos (también hay que entender la dificultad que tiene jugar 19 partidos en 32 noches y estar siempre intenso), un lanzamiento exterior aún muy por debajo de lo esperado, especialmente con Matthews, inconsistencia en los suplentes y los cada-vez-más-cerca-de-38 tacos que gasta Dirk Nowitzki. 

Pero lo más complicado a la hora de hacer este ejercicio de valoración creo que es quitarnos de la cabeza lo bien que ha pintado todo por momentos, peleando plaza con los Clippers incluso durante diciembre, y recordar: ¿dónde estaba este equipo en octubre? ¿Qué esperábamos de ellos? Creo que la mayoría de fans se habrían conformado con luchar por entrar en Playoffs. y por ahora los Mavs han estado dentro de esos puestos sin apuros. Y no solo eso, sino que entran al último tercio de la temporada con posibilidad de luchar incluso por la quinta plaza. 

Por lo tanto, su nota sobre diez hasta el momento es un 7.5. 


Rick Carlisle



Los mismos pros y los mismos contras que siempre con el director de la orquesta de los Mavericks: excelente planificador de partidos y estrategias, de ajustes durante los encuentros, de lectura de juego. Casi siempre encuentra la forma de colocar a los jugadores en la mejor situación para que sean efectivos. Tiende a confiar en exceso en los veteranos, aunque la ausencia de Villanueva en los últimos partidos da esperanzas. Le cuesta tolerar los errores de los más jóvenes y reduce sus minutos, con lo que su progreso se limita a entrenamientos, vídeos y D-League (que tampoco es poco, ojo). Y le encanta J.J. Barea, tanto cuando está bien como cuando está mal, qué le vamos a hacer. 

Pero si Mark Cuban le ha convertido en el entrenador con el contrato más largo actualmente de la NBA y Donnie Nelson quiere que sea nuestro Jery Sloan, es por algo. Todos los pros tienen a superar ampliamente a los contras cuando los ponemos en la balanza, y cada vez son más los que aceptan que es un entrenador top 3 de la liga, para muchos incluso top 2 solo por detrás de Popovich. Pop y el abuelo George Karl son los únicos entrenadores en activo que están más victorias por encima del 50% en sus careras que Rick. 

Parece haber abandonado casi por completo la idea del flow offense y suele marcar él lo que se juega, aunque en la mayoría de los casos se trata de sistemas con varias posibilidades, por lo que mezcla su imposición con la capacidad de los jugadores de decidir. Ha tenido errores claros, como prácticamente cada vez en la que Charlie Villanueva ha jugado por delante de Dwight Powell, como sentar a Parsons en el final contra Miami. También noches en las que ha dirigido a quintetos titulares con Felton, Barea, Evans, Powell y McGee a ganar en Houston y New Orleans. Entre mediados de enero y mediados de febrero ha estado haciendo lo que podemos entender que son sus últimas pruebas antes de ir con todo ya después del All Star.

Ese periodo de pruebas puede llegar a ser frustrante en algunas ocasiones, básicamente por una cosa: a veces da la impresión de que no valoran lo suficiente las victorias en los meses centrales de la temporada regular. En esas semanas a Carlisle le importa más la dinámica del equipo y sus pruebas con las rotaciones que las victorias, lo que puede frustrar cuando los fans nos vemos con posibilidades de luchar por la quinta plaza de la conferencia. Pero supongo que a largo plazo será el proceder correcto para que él y el equipo tengan claras sus ideas.

En general, creo que se merece buena parte del mérito de que los Mavs estén superando las expectativas. 

Su nota: un 7


Dirk Nowitzki



No con tanta evidencia como en la temporada pasada, pero la trayectoria hasta ahora de Dirk es de más a menos. Por tomar una referencia amplia, desde Navidad (20 partidos) su porcentaje de acierto de ha desplomado al 40,1% en tiros de campo y al 37,6% en triples. También es normal que según se acumula el cansancio baje su rendimiento, y no era realista pensar que iba a mantener su nivel de noviembre durante todo el año a su edad. 

En enero ha tenido varios descansos, un susto con la rodilla, y también ha dado un paso atrás en cuanto a requerir el balón para dejar a otros, principalmente Parsons, que fueren el principal arma ofensiva. 

Este bajón de rendimiento podría ser una alarma, pero por ahora no hay motivos para pensar que Dirk no vaya a ser capaz de recuperar su mejor forma ahora en la recta final y en los Playoffs. Incluso en la temporada pasada, en la que su bajón de rendimiento fue aún peor, pudo ser capaz de volver a un 45% de acierto en tiros y un 42% en triples después del All Star. Su porcentaje de rebote defensivo es el segundo mejor de sus últimos siete años, incluso mejor que en 2011, y por ahí es por donde vemos que sus piernas tienen aún mucho por delante. 

Esperemos que disfrute el fin de semana en la playa. Ponderando su edad, y su rendimiento global, su nota es un 7,5. 


Zaza Pachulia



Creo que nadie puede decir que no le ha sorprendido el rendimiento de Zaza Pachulia y no mentir como un bellaco en el proceso. Incluso los que vimos con buenos ojos su incorporación como un veterano y cumplidor pívot, no podíamos esperar que a estas alturas esté promediando un doble doble. 

Creo que no sería exagerado decir que su traspaso (o, como dice MacMahon, su donación de los Bucks a los Mavs) ha salvado la temporada de los Dallas Mavericks. Podría decirse lo mismo del fichaje con descuento de Deron Williams, pero es Zaza Pachulia el que ha resuelto los problemas interiores que se esperaban y ha convertido un puesto en el que había carencia en una preocupación menos.

Al menos hasta que los Mavs lo quemaron físicamente. Algo de lo que se ha hablado demasiado poco es de cómo Zaza llegó absolutamente agotado y molido a finales de enero, cuando aún resta mucho para llegar a los Playoffs, cuando deberían querer que esté a tope. Los Mavericks, con Carlisle a la cabeza, deberían hacer un buen esfuerzo para reducir sus minutos de aquí al final. Un dato revelador al respecto: Pachulia ya ha jugado tantos minutos este año como lo que tuvo en total en seis de sus pasadas ocho temporadas en la liga. Y es ya su quinta temporada con más minutos en su carrera.



No solo por rendimiento, también por veteranía, por lectura de juego, por inteligencia, por lucha, por entrega y por personalidad, Zaza ha encajado como un guante, se ha ganado a compañeros, entrenadores y afición, y en mi opinión, por la relación expectativas / rendimiento, se merece la nota más alta.

Su nota es un 8. 


Deron Williams



En cierta manera, Deron Williams también salvó la temporada de los Mavericks. La rescisión de su contrato con los Brooklyn Nets permitió a Mark Cuban añadir una mejora en el puesto de base con la que no se contaba en un principio.

Sus números no destacan especialmente entre los mejores bases de la liga: 13.9 puntos, 5,4 asistencias y 2,3 pérdidas por partido. Incluso su PER es peor que el del año pasado, debido al peor ratio asistencias / pérdidas y a una bajada de su porcentaje de triple.

Entonces: ¿por qué tenemos el sentimiento generalizado de que el fichaje de Deron Williams está siendo un éxito?

Primero, porque venimos del frustrante experimento Rajon Rondo. Segundo, porque no es lo mismo hacer esos números cobrando $22 millones que cinco. Y tercero, porque Williams ha mostrado el mejor criterio a la hora de dirigir un equipo desde que se marchó Jason Kidd. Nos lo ha dado con cuenta gotas, eso sí. De forma similar a Nowitzki, después de un buen primer mes Deron se ha diluido un poco con el paso de los partidos y de los minutos. La idea inicial era que promediase menos minutos que en los últimos años, pero con la irregularidad de Devin Harris y J.J. Barea sus minutos en realidad han subido con respecto a la campaña pasada.

Pero aunque sea en dosis muy concretas, lo que nos ha enseñado Deron en sus noches más agresivas es esperanzador. No es casualidad que sus mejores noches hayan llegado contra Russell Westbrook, Damian Lillard, Rajon Rondo o Mike Conley, quien será agente libre y podría estar en la lista de deseos de los Mavs.

Hasta ahora su nota es un 7. 

Chandler Parsons



Lo de Chandler Parsons bien podrían considerarse dos temporadas muy distintas dentro de una misma.

En sus primeros 23 partidos: 9.2 puntos, 3.2 rebotes, 2 asistencias, 45,5% TC, 33.8% T3, 55.6% TL
En sus últimos 23 partidos: 15.4 puntos, 5.7 rebotes, 2.9 asistencias, 50% TC, 44.4% T3, 67.7% TL

La primera mitad llega exactamente hasta el partido con los Chicago Bulls después de Navidad, justo el periodo de tiempo en el que tuvo restricción de minutos. La segunda mitad comienza en el momento en el que se le libera de ese tope de minutos y empieza a recibir más protagonismo en ataque.

Quizás el lento y pesado Parsons de los primeros meses haya influido en esta percepción, pero mi impresión es que el alero ahora mismo parece más fino, más rápido y más explosivo que en la temporada pasada. Los médicos le dijeron que pasaría por lo menos un año desde la cirugía (pasó por quirófano a principios de mayo de 2015) hasta que empezase a estar al 100% físicamente, pero su trabajo está dando frutos de forma temprana. Y si resulta que es que aún está lejos de estar al 100%, entonces los Mavs pueden frotarse las manos (y sacar el talonario en verano).

Una de sus evoluciones más interesantes en las últimas semanas es la capacidad que ha demostrado para jugar como cuatro sin resultar un problema en defensa y en rebote y sabiendo aprovechar su mayor velocidad en ataque. Que Parsons pueda convertirse en un 3-4 de forma indistinta tendría repercusiones muy positivas en el presente y en el futuro. En el presente, ayudaría a solucionar los dilemas del puesto de suplente de Dirk, y debería eliminar a Charlie Villanueva de la ecuación. Y en el futuro, permitiría a los Mavs mejorar su plantilla también a partir del fichaje de un buen exterior, y no solo con un buen pívot como parece ahora, pasando a Parsons al cuatro titular y a Dirk como sexto hombre. Pero ya hablará mucho tiempo en verano para hablar de esa posibilidad.

La nota de su "primera temporada", teniendo en cuenta su rendimiento y la lesión de la que salía, sería un aprobado raspado, un 5. Por que sí, podría haber sido peor. De la misma forma, la nota de su "segunda temporada" debe ser un sobresaliente, no un 10 completo porque siempre se puede ser mejor, pero sí con un 9 porque Parsons ha sido el mejor jugador de los Mavs durante la racha más dura de partidos, que podrían haberse saldado con un balance mucho peor de no haber sido por su rendimiento.

Así que, si hacemos la media, nos sale que la nota de Parsons hasta ahora es un 7. 



Wesley Matthews

El otro 'cojo' del equipo también tuvo una racha en la que parecía volver a su nivel habitual. En diciembre Matthews promedió 15 puntos con un acierto del 42.5% en triples, y muchos pensaron: ya está recuperado. Pero esto es lo que hay que tener en mente a la hora de hablar tanto de Wes como de Parsons. Pueden tener picos altos o muy altos como han tenido ambos, pero no debemos olvidar que siguen en su fase de recuperación, y que probablemente su mejor versión no llegue hasta la próxima temporada.

En enero el rendimiento de Matthews se ha desplomado. Su porcentaje de acierto cayó al 31,1% en triples, su especialidad. Como defensor sigue siendo el mejor de la plantilla cada noche, pero en las últimas semanas ha restado tanto en ataque que ese efecto se neutraliza. Ese es un factor: Matthews no ha tenido apenas pretemporada. Comenzó a jugar con el inicio de la temporada regular y la restricción de minutos apenas duró. Salió directamente al ruedo.

La otra parte son los minutos que promedia. Mientras se recupera de la peor lesión en el mundo del baloncesto Matthews es el jugador que más juega de los Dallas Mavericks, y en el mismo mes de enero en el que se desplomó, lo hizo promediando 35 minutos por noche. Cada vez que se le ha preguntado a Rick Carlisle por su gestión de los minutos de Mathews, quizás su punto pendiente esta temporada, dice que es un jugador indispensable, que no lo dudamos, y que no se atreve a decirle "hoy no juegas", cosa que debería ser su decisión. Solo falta que en las retransmisiones le pongan un vasito con la G de Gatorade debajo, a lo 2k.

Nadie necesita tanto este parón como Wesley Matthews. Y ahora que parece que el calendario afloja en lo que resta de enero, y que los Mavericks van a jugar nueve de los próximos 11 partidos en casa, deberíamos ver un descanso para las piernas de Iron Man. Porque es necesario.

Su nota es un 6.


Raymond Felton



Después de perderse buena parte de la temporada pasada por lesión y por no encontrar hueco en la rotación después, Raymond Felton es el jugador que más partidos ha jugado hasta ahora esta campaña.

Si miramos sus números generales, distan bastante de ser buenos. 9.5 puntos, 3.4 asistencias, 41.2% TC, 32.6% T3. La única categoría en la que está siendo mejor que J.J. Barea es en el rebote. De nuevo, Felton es el tipo de jugador que marca lo que es el punto medio entre un buen base y uno no tan bueno en esta liga.

Sin embargo, al mismo tiempo puede que sea el mejor base suplente de los ¡3! que emplean los Mavs en cada partido en el que están sanos. Su nivel defensivo no tiene el alcance del de Devin Harris, pero ha sido mejor de lo esperado. Su capacidad ofensiva no llega a la del mejor Barea, pero ha sacado de muchos apuros a los Mavs en momentos claves. Dentro de la irregularidad de todos los bases de Dallas quizás él sea el que más ha mantenido un mismo nivel, y eso le da el plus por encima de los otros dos suplentes.

No es casualidad que Rick Carlisle haya optado en varias ocasiones por terminar los partidos con Felton, especialmente cuando Parsons aún tenía limitaciones. Raymond aporta una mezcla de capacidad creadora en ataque con competencia defensiva (puede que sea quien mejor lucha contra los bloqueos de toda la plantilla). Solo Nowitzki, Matthews y Williams promedian más puntos que él en las segundas partes de los partidos. El quinteto Deron - Felton - Wes - Dirk - Zaza ha compartido pista en un total de 31 partidos. En un total de 246 minutos juntos tienen un más menos de +81 contra sus rivales. En números avanzados, son 15.5 puntos por cada 100 posesiones mejores que sus rivales (anotando 115.2, recibiendo 99.7)

Solo hay dos quintetos que sumen más de 150 minutos esta temporada: ese mencionado, y el mismo cambiando a Felton por Parsons. El primero tiene un +81 en 246 minutos, como hemos comentado, y el segundo tiene un +10 en 270 minutos. Felton está en el quinteto que mayor impacto positivo ha tenido esta temporada.

Su nota es un 6.5. 

J.J. Barea



Es curioso, tenemos la percepción de que Barea está teniendo una mala temporada y Felton una buena. Sin embargo, Barea promedia más puntos en menos minutos, más asistencias, tiene mejores porcentajes de acierto en tiros y en triples y exactamente el mismo promedio de pérdidas.

Y sí, es cierto. Barea está haciendo peor temporada que Felton. Principalmente porque el boricua es mucho más irregular, encadena rachas de partidos muy buenos contras de partidos muy malos. Su función debería ser la de un especialista en ataque que juega en minutos muy concretos y limitados, pero las lesiones de Deron Williams y Devin Harris, y la desconfianza en John Jenkins, han llevado a Rick Carlisle a sobre utilizarlo (una vez más).

En un mundo ideal con todos sanos, habría unos 32 minutos entre los puestos de base y escolta suplente para repartir entre Felton, Barea y Harris. En esa situación, Carlisle podría elegir a quien mejor esté en ese momento o a quien encaje mejor contra el rival. Por desgracia, no esta pudiendo hacerlo.

En las últimas semanas, y con la cercanía del límite de traspasos, cada vez más personas me han preguntado si los Mavs podrían traspasar a Barea. No lo creo. Básicamente, porque tiene que haber otra franquicia que valore a Barea tanto o más que los Mavericks, y no lo veo. También porque no van a regalar a un jugador al que sí que valoran en la pista y en el vestuario a cambio de nada, y más con las lesiones de Harris y Williams. Los tres bases suplentes son un seguro de vida esta temporada. Y no entra en la filosofía de los Mavs regalar jugadores veteranos y con peso en el vestuario a cambio de una segunda ronda. Su contrato puede ser malo en su extensión (hasta que cumpla 35 años), pero no en cuanto a cantidad. Esos cuatro millones, que además disminuyen a cada temporada, apenas van a impactar en la construcción de los Mavs del futuro.

En cuanto al presente, su nota es un 5,5. 


Devin Harris

Devin Harris es el otro jugador favorito de los fans de los Mavs a la hora de querer empaquetar a alguien rumbo a otra franquicia. En su caso, después de un mal comienzo enderezó el rumbo, y actualmente está teniendo un 46% de acierto en tiros de campo que estaría entre los mejores de su carrera.

Harris sano es el segundo mejor defensor exterior de los Mavericks. También le gusta a Carlisle por su instinto para dirigir el contraataque, y por su 51,6% de acierto en triples desde las esquinas.

Sin embargo, ocurren dos cosas: la primera, que Devin es casi tan irregular como Barea. La esperanza es que su rendimiento post-All Star suba como lo hizo el año pasado, promediando 9.3 puntos con un 47% de acierto y un 37% en triples después del fin de semana de las estrellas. Lo segundo que ocurre es que ha tenido varios problemas con lesiones ya, el último con un problema en el nervio del dedo gordo del pie izquierdo. Según algunos, es el mismo del que se operó hace dos años, según otras fuentes no es el mismo, no queda claro, pero en cualquier caso puede ser algo preocupante, pues dijo que actualmente están probando el tratamiento menos agresivo, y que si no funciona optarían por el otro (suena a cirugía).

Su nota es un 5,5. 


John Jenkins

De MVP de la pretemporada a jugador número 15 de la plantilla. Ya sabíamos que de la pretemporada pocas conclusiones podíamos sacar (los Mavs no ganaron un solo partido, para muchos una señal de que la temporada iba a ser un fracaso, y así les ha ido), pero parecía difícil ver a Jenkins con un papel tan pequeño en la temporada de Dallas después de cómo jugó en esas primeras semanas.

Lo cierto es que Jenkins se quedó rápido sin oportunidades. Y cuando las ha tenido, no ha hecho nada destacable para que podamos pedir abiertamente que juegue más. Aquellos que lo piden lo hacen más por deméritos de Barea y Harris que por lo visto de JohJen en los 21 partidos en los que ha pisado la pista esta temporada. Quitemos aquellos en los que solo fueron minutos de la basura. En los 12 partidos en los que disputó más de cinco minutos promedia 5.1 puntos con un 38,7% en lanzamientos. Alguien que llegó como especialista de tres pero promedia un 15,4% de acierto en triples.



No es mi intención cebarme con Jenkins. En buena parte esto es la pescadilla que se muerde la cola: sin minutos pierdes la confianza y el ritmo. Sin ritmo, cuando tienes minutos no estás entonado y pierdes aún más confianza y más minutos. Pero ante situaciones similares, otros como Justin Anderson, Jeremy Evans o Salah Mejri aprovecharon su oportunidad para imapctar en el juego. Jenkins no ha sido capaz.

Su nota es un 3.

Justin Anderson

Si esta valoración se hubiese hecho simplemente dos semanas antes, es posible que el análisis de la temporada de Justin Anderson fuese un poco peor. Algo más pesimista, de hecho. El rookie ha estado buena parte de la temporada desaparecido de la rotación, sus porcentajes son malos desde todas las distancias, Hasta hace 15 días, no había muestras de evolución.

Pero con la última lesión de Devin Harris, Rick Carlisle decidió dar algunos minutos a Simba como revulsivo desde el banquillo, y el novato ha aprovechado su oportunidad. No tanto en números (con siguió su career-high de 13 puntos en la paliza de los Spurs) como en defensa, rebote e intensidad. Aportaciones claramente positivas en el tapón + triple contra Miami, o en dos espectaculares rebotes y el triple que metió contra Memphis en el último cuarto.

Lo mejor es que Anderson ya no parece tan perdido como en ocasiones pasadas. Cada vez parece más cómodo en el sistema y sabe dónde puede impactar. Aporta hasta en el más mínimo detalle a la dinámica positiva del equipo. Sus capacidades atléticas son muy buenas, pero tendrá que seguir mejorando ese lanzamiento de tres si quiere que su sitio en la rotación sea fijo. Hace unos días escribí sobre él para Mavs.com.

Su nota es un 5. 

Jeremy Evans

Jeremy Evans se encuentra en parte en el lado contrario a Justin Anderson. Ninguno de los dos ha tenido minutos de forma consistente, y ni siquiera juegan exactamente en la misma posición, con Evans haciéndolo más como 4, pero hemos visto que cuando uno tiene minutos es imposible que el otro los tenga, por lo que en parte son competencia directa (también con Powell).

Tampoco es que Evans haya decepcionado cuando ha pisado la pista. Por lo general el alero no ha desentonado, quizás con la excepción del partido contra los Thunder, donde tuvo que jugar 31 minutos, pero ha cumplido su función de amenaza de alley-oop y jugador decente en defensa.

El problema es que puede que con eso no sea suficiente. Si va a jugar de 4 Evans necesita mejorar su consistencia en el rebote y, sobre todo, el lanzamiento. Ya sabemos lo importante que es el espaciado para Rick Carlisle. Puedes jugar sin saber lanzar pero cumpliendo en todo lo demás, como Aminu el año pasado. Pero si no sabes lanzar, en defensa tienes problemas con los interiores más pesados, y te falta fuerza para cerrar el rebote con garantías, te encuentras como Jeremy Evans, jugando 25 minutos en el último mes.

Su nota es un 4,5. Un suspenso raspado. Un "te suspendo porque sé que puedes hacerlo mejor".


Dwight Powell

Lo que hemos hablado hace un segundo del espaciado, Dwight Powell lo sabía perfectamente, y por eso se dedicó en verano a trabajar en su lanzamiento. Pero curiosamente, después de llegar el año pasado como un jugador supuestamente capaz de anotar de tres puntos, parece que tomó, acertadamente, la decisión de solidificar primero su lanzamiento de media distancia, para quizás más adelante ir ampliando su punto de mira.

Los resultados se han diluido un poco con el paso de los meses, pero el primer mes que hizo Powell fue espectacular, y su evolución es más que evidente. Después chocó contra su rookie wall particular, pues aunque sea jugador de segundo año, en el primero apenas jugó (esta temporada ya ha triplicado todos sus números). En las últimas semanas, dentro de las pruebas de enero de Rick Carlisle, parece que el entrenador ha estado jugando un poco con él, colocándolo en diferentes situaciones, con bastantes minutos unas noches, muy pocos o ninguno en otras. También debido a las probaturas realizadas con Parsons como cuatro o con Salah Mejri.

Pero más o menos ya tenemos una idea de lo que es Powell esta temporada. Un interior servicial, que ha mejorado mucho en el rebote con respecto a la campaña pasada (ha pasado de un 11.6% de los rebotes capturados a un 15.5%, mejor marca del equipo este año) y capaz de ser una amenaza de media distancia, solo que aún no de forma consistente. Trabajar en la consistencia de ese lanzamiento será la clave para que tenga una carrera larga en la NBA. También hablaremos de esto más adelante, pero Powell es agente libre restringido en verano, y por ciertas características de su situación contractual es bastante probable que los Mavs lo retengan.

Su nota es un 6.5


Charlie Villanueva

Voy a intentar decirlo de la forma más sutil que me sale ahora mismo: no hay nada más inútil en la NBA que un jugador que solo sabe lanzar a canasta y que no mete canastas. Saber defender, o saber rebotear, por ejemplo, es algo que siempre va a estar ahí. Pero si tu especialidad es el lanzamiento (o tener fama de lanzador) y no eres capaz de meterlos, no tienes utilidad, no puedes estar en la pista. Un 38.5% en tiros de campo y un 25% en triples te deben dejar pegado al banco.

Como persona es difícil no sentir un poco de empatía por Villanueva, una de las mejores personas que hay en la NBA y una gran presencia en el vestuario de los Dallas Mavericks, pero solo eso no te da un puesto en una plantilla. Charlie V. está para meter triples principalmente, y hasta ahora tiene el peor porcentaje de su carrera desde esa distancia. Y no será porque no haya tenido oportunidades. Son 28 partidos en los que ha jugado más de 8 minutos, es decir, eliminamos minutos de la basura, y en menos de la mitad de ellos, en 13, ha lanzado por encima del 40% (o lo que es lo mismo, en 15 de ellos lanzó por debajo de ese porcentaje).

Parece complicado que tenga más oportunidades, aunque no hay que subestimar el amor de Carlisle por sus veteranos. Una temporada así le dejaría con un pie fuera de la liga.

Su nota es un 2. 

JaVale McGee

Los Dallas Mavericks ficharon a JaVale McGee en cierta medida "por ver qué pasaba". Sin tener muchas expectativas puestas en él, por eso le dieron un contrato que se iba garantizando poco a poco, y para ver cuáles eran sus evoluciones en la recuperación de la lesión con la que llegaba. JaVale ya ha jugado más minutos que en sus dos últimas temporadas, y ha sido suficiente para poder ver al McGee que conocemos. Una amenaza en las continuacioens del pick and roll, un buen taponador y un decente reboteador. Si jugase 30 minutos por noche seguramente rellenaría el box score.

Su problema está en lo que no se ve en los números. En cómo en muchas jugadas en ataque se tardan varios segundos más porque él no está en su sitio al comenzar. En cómo en defensa a veces está más preocupado por cazar un tapón que por defender a su par o cerrar el rebote. Y ciertamente su forma física no es la óptima, en cuanto está cinco minutos seguidos en pista empieza a parecer agotado.

Teniendo todo en consideración, lo que pueda aportar JaVale McGee ya es un plus inesperado hace meses. Mi sensación es que volveremos a verle entrar en la rotación en la recta final de la temporada para ver si llega a los Playoffs con más ritmo, Tiene un año más de contrato por el mínimo no garantizado, y casi seguro los Mavs se quedarán con él. Tras un año de recuperación y con un verano de trabajo entre medias, la temporada que viene es cuando JaVale McGee debería volver a estar al 100% físicamente.

Su nota es un 5.

Salah Mejri

Es difícil valorar a un jugador que casi no ha jugado, pero que cuando lo ha hecho ha sido una sensación. Salah Mejri apenas ha gozado de oportunidades, sentado en el fondo del banquillo debido a la inesperada "profundidad" que han hallado los Mavs en el puesto de pívot con Zaza, Powell y McGee.

Podríamos apuntarle un punto a Rick Carlisle por la irrupción de Mejri a finales de enero, pero creo que realmente no se lo merecería. Solo ellos saben lo que hacen en los pocos entrenamientos que tienen, pero si Mejri salió a jugar aquellos últimos minutos contra Oklahoma City fue porque Pachulia estaba con problemas, McGee acababa de cometer una estupidez, y estaban al borde de entrar en minutos de la basura.

A partir de aquel partido Carlisle decidió darle más minutos, y en la siguiente oportunidad sumó un doble doble con tres tapones. Pero después de eso Mejri vuelve a ir desapareciendo y el efecto sorpresa se diluye. Contra Memphis salió pero después de estar descolocado en un par de ataques Carlisle lo sentó.

Mi impresión es que no vamos a ver mucho más a Mejri en el resto de la temporada. Carlisle le ha dado los minutos de rigor como recompensa después de dos buenas actuaciones y para ver exactamente qué tiene con él, pero ahora volverá a lo seguro, que es lo que ya conoce mejor. Pero a un jugador de fondo de plantilla como Mejri poco más se le puede pedir que lo que ha hecho: aprovechar sus oportunidades.

Su nota es un 5. 



En resumen, estas son las notas entregadas en orden de mayor a menor:

Zaza Pachulia: 8
Dallas Mavericks: 7.5
Dirk Nowitzki: 7.5
Rick Carlisle: 7
Deron Williams: 7
Chandler Parsons: 7
Raymond Felton: 6.5
Dwight Powell: 6.5
Wesley Matthews: 6
J.J. Barea: 5.5
Devin Harris: 5.5
Justin Anderson: 5
Jeremy Evans: 4.5
JaVale McGee: 5
Salah Mejri: 5
John Jenkins: 3
Charlie Villanueva: 2

¿Qué puntuación daríais vosotros? 

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