Los Memphis Grizzlies están pasando por una crisis de identidad. Joerger parece querer volver a su plan inicial de cuando llegó a Memphis, y desde hace unos días ha cambiado su quinteto para empezar a jugar con más small ball. Los Mavs son un equipo con muchas limitaciones, pero sí que tienen claro a qué juegan. Anoche necesitaban ganar y, como hace unos días contra Phoenix, así lo hicieron.
Aunque al principio parecía que tocaba otro de esos partidos largos y duros, con Dallas empezando anotando solo uno de sus 10 primeros lanzamientos. No tardó demasiado en igualarse la cosa sin embargo, y durante el resto del partido los Mavericks siempre llevaron la voz cantante y fueron superiores, especialmente en el último cuarto.
Dirk Nowitzki aprovechó sus minutos contra el quinteto pequeño de Memphis para explotar sus emparejamientos y terminar con 20 puntos. Zaza Pachulia dio una clase en los tableros ante Marc Gasol y Zach Randolph, ni más ni menos, capturando 18 rebotes, más que el total de los dos interiores de Memphis (8+8). Chandler Parsons dio su versión buena con un partido completo: 16 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias. Wesley Matthews la mala con solo dos puntos. Esto seguirá siendo así con ambos.
Cómo estarán los Grizzlies, seña defensiva sobre todo interior de la liga en los últimos años, para que JaVale McGee les hiciera tanto daño volando para mates y alley-oops para terminar con 10 puntos, 5 rebotes y 3 tapones. Y nos recuerda que de vez en cuando los Mavericks tendrán otro arma interior que aprovechar.
Memphis no está en su mejor momento, pero la victoria es buena precisamente por ahondar en la herida de un rival que puede ser directo, y porque los Mavericks no vencían a un rival con balance positivo desde hacía un mes y continúan sumando victorias sin prisa pero sin pausa.
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