Misterio resuelto. Ha costado todo el verano, pero cuando pones un hueso a un sabueso como Tim MacMahon de ESPN, hasta que no lo consigue no para.
El periodista publicó anoche lo que los Dallas Mavericks y el propio jugador se han negado a confirmar durante todo el verano: que Chandler Parsons se sometió una cirugía de microfractura en su rodilla derecha. Pero hay motivos para el optimismo.
Según las fuentes de MacMahon, el procedimiento que tuvo lugar el 1 de mayo fue una "cirugía híbrida de microfractura menor". Dentro de lo malo, el "menor" es la parte positiva. Al parecer el procedimiento incluyó un trasplante de médula ósea extraída de la cadera de Parsons para ayudar a regenerar el cartílago dañado y que le llevó a perderse el final de la temporada pasada.
La fuente llega a decir que la localización del cartílago dañado era "en el mejor lugar posible", puesto que se trata de una zona de la rodilla que no soporta el peso del cuerpo. Ese es el motivo por el que no se requirió una cirugía de microfractura tradicional, que hubiese alargado la recuperación mucho más tiempo, y por lo cual Parsons aspira a estar listo para el comienzo de la temporada regular.
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