Los Dallas Mavericks llegan al parón del All Star en su mejor momento


En cierto sentido, los Dallas Mavericks desearían que no hubiese parón ahora por el All Star, que mañana mismo pudiesen jugar su siguiente partido contra los Miami Heat. Porque Dirk Nowitzki y cia. llegan al fin de semana de las estrellas con la moral en el punto más alto de la temporada. 

Es lo que tiene ganar en Indiana a los Pacers, en una cancha en la que hasta ahora solo habían ganado los Detroit Pistons y los Phoenix Suns. Y hacerlo sin desplegar tu mejor juego, y basándote en la defensa. 

"Ya sabíamos que si defendemos así y jugamos juntos, podemos plantar cara a cualquiera", dijo Monta Ellis tras el encuentro. 

Seamos realistas, los Indiana Pacers también pusieron mucho de su parte para que la defensa de Dallas brillase más de lo normal, comenzando por las tres bandejas sencillas falladas al contraataque (dos de Stephenson, una de George). Pero la actitud defensiva de los de Rick Carlisle estuvo ahí en todo momento. 

Roy Hibbert (4 puntos, 2/6 TC) y Paul George (12 puntos, 4/17 TC) fueron quienes más problemas tuvieron para anotar bajo sus estándares. Sobre el primero se turnaron Dalembert y Blair con efectividad durante los primeros tres cuartos, para que en el último fuese Brandan Wright quien dejase pívot de los Pacers en 0 puntos y 1 rebote en los ocho minuto que coincidieron en pista. En el caso de George, la responsabilidad cayó principalmente en un gran Shawn Marion que apenas permitió a su par obtener sus lanzamientos preferidos. George se hubiese quedado por debajo de los 10 puntos de no ser por un triple a la desesperada que anotó a medio minuto del final. 

También fueron importantes en este aspecto las aportaciones de Monta Ellis, manteniéndose siempre delante de Lance Stephenson, Shane Larkin, cumpliendo en el papel de sustituto de Devin Harris, e incluso Dirk Nowitzki, muy agresivo con David West. 

Pero, tan importante como la defensa, fue el cierre del rebote (Indiana es 4º en rebotes por partido, Dallas es 3º...por la cola), con ambos equipos obteniendo exactamente los mismos rebotes ofensivos (10) y defensivos (37). Ante el peligro de Hibbert, West, Stephenson y compañía, los Mavs trabajaron en equipo para contrarrestarlo, con cada jugador cogiendo como mínimo dos rebotes, incluido super ratón Larkin. Todos cerraron el rebote, e Indiana anotó la menor cantidad de puntos en segunda oportunidad de lo que va de temporada. 

El rebote también ha sido un gran factor en la buena racha que acumulan los Mavs con 6 victorias y una única debacle en Charlotte. En los últimos siete partidos, Dallas ha capturado el 52,3% de los rebotes posibles (noveno mejor equipo en ese periodo), comparado con el 48,2% que capturan de promedio en lo que va de temporada (25º en la liga. Estadísticas de Nba.com/Stats). 

Pero lo más destacable de esta mejoría es que no se debe a la aparición de un jugador, sino que ha sido un trabajo de equipo. A excepción de Nowitzki (se ha mantenido como un clavo en el 11% de los rebotes disponibles), y los leves descensos de Shawn Marion, DeJuan Blair y Shane Larkin, el resto de jugadores de la rotación de los Mavs han mejorado en el porcentaje de rebotes disponibles que capturan en los últimos siete partidos. Por ejemplo, Monta Ellis ha pasado de un 5,2% a un 5,5%; Samuel Dalembert de un 17,8% a un 18,2%; Brandan Wright de un 12,2% a un 14%; o Devin Harris de un 3,3% a un 4,6%.

En definitiva: el rebote ha pasado a ser una labor de equipo. 

Y quien más contribuyó a esto fue Monta Ellis, capturando 9 rebotes. A pesar de cometer cuatro pérdidas, algunas muy tontas como el peor flop del año, Ellis lideró a los Mavs en la segunda mitad. No solo por ser el que más puntos, rebotes y asistencias logró. También lideró en actitud, defendiendo a Stephenson, recuperando como un rayo un balón perdido de Nowitzki que era contraataque seguro de Indiana, salvando un balón que se iba fuera de banda y peleando por los rebotes como si midiese siete pies. 

"Victorias como esta demuestran que los chicos entienden la importancia de jugar juntos, jugar duro, y jugar los unos para los otros", dijo Carlisle. 

Hace unos días se supo que los jugadores mantuvieron una reunión tras la derrota contra los Houston Rockets el pasado 29 de enero. Allí discutieron cuáles eran los puntos a mejorar de cada uno y del equipo en global, y se marcaron un objetivo de victorias para antes del All Star que no quisieron desvelar (pero que seguramente hayan cumplido). Pero no fue una reunión solo para jugadores. 

"Por supuesto que el entrenador (Rick Carlisle) estuvo en la reunión, tío. Él es tan importante o más que cualquiera de nosotros", dijo Nowitzki al ser preguntado.

Después de la victoria contra Memphis, con Dallas ocupando la octava plaza, Rick Carlisle dijo que los Mavs no se conformaban con esa plaza. 

"Somos un equipo que quiere subir puestos", dijo el entrenador. "Queremos subir en la clasificación. No queremos simplemente mantenernos en el octavo puesto. ¿Quién quiere estar en el octavo puesto si tienes la oportunidad de subir al séptimo, sexto, quinto o cuarto? Esa es nuestra mentalidad". 

En estos momentos su equipo ocupa la sexta plaza del Oeste, con medio partido de ventaja sobre Suns y Warriors, dos partidos sobre Grizzlies, y a 4,5 encuentros de los Portland Trail Blazers, quinto clasificado, por lo que subir más allá del puesto en el que se encuentran puede ser demasiado ambicioso. Pero si siguen jugando con esta mentalidad, quizás puedan asegurarse al menos regresar a los Playoffs. 

"Este partido contra Indiana ha sido probablemente el más físico que he jugado en mucho tiempo", comentó Nowitzki anoche. "Normalmente ganamos por nuestra capacidad para anotar. Pero hoy hemos demostrado que podemos ganar de otras formas". 
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