El GUÍA DEL DESIERTO

La anterior etapa del equipo, la perteneciente a la década de los noventa, se caracterizó por ser una de las más desastrosas de la historia de la NBA, en la que en sólo una temporada, el equipo llegó a tener más de treinta victorias. A mitad de esa etapa llegó al equipo el hombre que guió a los Mavs por esa travesía en el desierto, Michael Finley.

Michael era un "swingman" que deslumbró durante su año rookie en Phoenix, sin embargo sus comienzos en Dallas no iban a ser fáciles, pues llegaba a cambio de la figura que había logrado dar algo de esperanza y alegría al equipo, Jason Kidd. A pesar de esto Michael se echó el equipo a la espalda y lo lideró en cuanto a puntos robos y asistencias.

Para la temporada siguiente el equipo realizó un movimiento que sería determinante para el devenir del equipo, se fichó a Don Nelson como entrenador y general manager. Con él, el equipo cambió de cara, apostó por un sistema de juego ofensivo que encajaba ala perfección con el estilo de Finley, llegando a promediar veinte puntos por partido durante las siguientes temporadas. Sin embargo el equipo no obtenía resultados y seguía sin alcanzar la post-temporada.

Durante la pretemporada de la famosa campaña del "lockout", el equipo seleccionó en el Draft a el que sería el mejor jugador de la historia del equipo tejano, Dirk Nowitzki, jugador que no tardaría en destacar pero a pesar Michel siguió siendo el líder y en apenas dos años se alcanzó por fin el objetivo de los Playoffs, y Finley fue premiado con su inclusión en el All-Star.

Con Finley como líder, secundado por unos jóvenes Nowitzki y Steve Nash y la batuta de Nelson desde el banquillo, el equipo consiguió la etiqueta de promesa-aspirante y realizaba un juego bastante atractivo para el espectador, que además resultaba efectivo, o al menos eso parecía en temporada regular. En Playoffs era donde se pagaban los defectos del equipo, en los que la defensa sin duda salía a escena. Durante la temporada 2002-2003 Michael alcanzó su techo con los Mavs, llegaron a la final de conferencia contra los Spurs y en las que una lesión de Dirk frustró el sueño de llegar a las finales.

Después de esa temporada tan exitosa, los Mavs volvieron a decepcionar en Playoffs, cayendo en primera ronda ante Sacramento Kings. Ante esto, la franquicia comenzó una restructuración en la que en el transcurso de un un año cambiaría totalmente el devenir del equipo: en primer lugar, Steve Nash, tercero en discordia del equipo, decidía irse a Phoenix al ver que Mark Cuban no le quería renovar. Este hecho molestó bastante al entrenador Don Nelson que, unido a la tensión que había en el equipo entre Cuban y él, decidió abandonar el cargo de entrenador antes de los Playoffs. Unos Playoffs en los que, después de una emocionante serie ante los Rockets, caerían, precisamente, contra los Suns de Nash, qué además se hizo con el MVP. Sin emabrgo los más trágico ocurrió en verano; Michael Finley, líder y alma del equipo desde su llegada, era cortado del equipo mediante la "Alan Houston rule", para evitar pagar el impuesto de lujo. Una forma cruel, sin duda, de echar al qué ha sido tu estrella durante casi una década.

Una vez fuera de los Mavericks, Finley se marchó a los Spurs, máximo rival de los Mavericks, en donde mantendría un rol menos relevante que en Dallas, pero igualmente importante, alternando banquillo y titularidad con Bruce Bowen y Manu Ginóbili. Precisamente, y al igual que Nash el año anterior, en su primer año allí le tocó enfrentarse a "sus Mavs" en Playoffs, en una de las series más bonitas que se recuerdan, sin embargo, y al contrario que con Nash, esta vez serían los Mavericks quienes vencerían. Al año siguiente lograría lo que no  consiguió con los Mavericks, el anillo, lo hizo frente a unos Cleveland Cavaliers que empezaban a hacer ruido en la liga de la mano de Lebron James, pero que en la final no fueron rival y perdieron por un contundente 4-0.

Después de eso, el rol de Finley comenzó a ser cada vez menor con los años, hasta qué finalmente rescindió su contrato en Marzo de 2010, para firmar con los Boston Celtics, allí volvería a tener la oportunidad de conseguir el anillo, pero caería ante los Lakers. Tras esta temporada Finley no recibió ninguna oferta para seguir jugando por lo que decidió retirarse.

Dos años más tarde, volvería a los Mavericks pero no como jugador, sino para formar parte de la dirección general del equipo con la idea de ayudar a reclutar jugadores para el equipo. A principios de esta temporada corrió el rumor de que pretendía volver a jugar, y de que incluso, recibió una invitación para el trainig camp, pero una lesión en los gemelos truncó cualquier posible vuelta.

Esta es, hasta ahora, la historia de uno de los mejores jugadores que han vestido la camiseta de los Mavericks, qué abandonó el equipo de la peor manera posible, pero que sin embargo ha vuelto a la que, durante sus mejores años, fue su casa.

@YayoFdez

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