Mayo estaba barajando sus posibilidades como agente libre, y decidió consultar a Chauncey Billups, uno de sus jugadores preferidos y también uno de los más respetados en la liga. Billups aconsejó al escolta que jugase para Rick Carlisle.
"Me dijo que Carlisle es un gran entrenador que me ayudaría a expandir mi juego" decía O.J. Mayo.
El ex escolta de los Grizzlies trata de entrenar una de sus debilidades cada verano, pero asegura que este año se ha entregado por completo a Carlisle.
"Para mi todo consiste en entregarle mi juego al entrenador y que él me ayuda a mejorar de maneras que hagan que yo ayude al equipo" declaraba O.J.
En el tiempo que lleva Mayo entrenando en Dallas, más de un mes ya, Carlisle y él han estado depurando su técnica de lanzamiento, obligando al jugador a mantener el balón en alto y a estar preparado para lanzar, especialmente cuando está cansado. Para esto, Carlisle le ha enseñado comparaciones con Reggie Miller y Rip Hamilton (ambos fueron entrenados por él) y vídeos de Mayo cuando jugaba con los Grizzlies.
"Ha sido diferente, porque nunca había trabajado en ello" decía Mayo. "En realidad ha llegado a ser incluso algo irritante porque yo estaba cómodo con mi lanzamiento, pero me ha ayudado mucho. Durante los entrenamientos he visto que ahora es más eficiente y más consistente. Simplemente, es un gran entrenador".
Y eso es por lo que Chauncey Billups se lo recomendó. Al igual que Mayo, Billups fue un pick 3 del Draft que no había cumplido con las expectativas. Hasta que firmó por los Pistons de Carlisle en 2002. Carlisle dio la oportunidad de guiar a aquellos Pistons a 50 victorias en temporada regular y a llegar hasta la Final de Conferencia. A pesar de que aquella fue la única temporada que coincidieron, Billups considera a Carlisle el artífice de la mejoría en su juego y de que haya llegado a ser cinco veces All Star y una vez Campeón de la NBA.
Esperemos que O.J. Mayo pueda agradecerle algo similar en el futuro.