Los Mavs tienen en su posesión un récord del cual su dueño Mark Cuban está muy orgulloso, y no se trata precisamente de tener la media de edad más alta de la liga.
Los Dallas Mavericks llevan exactamente 426 partidos consecutivos colgando el cartel de "no hay billetes", muy por encima que la gran mayoría de equipos de la NBA y sobreviviendo a temporales, lluvias torrenciales, nevadas históricas o partidos contra los Bobcats.
Pero ese récord está en peligro de romperse.
Hoy los Mavericks reciben en casa a Los Angeles Clippers de Chris Paul, Blake Griffin y Caron Butler, entre otros, equipo al que, además, los de Carlisle quieren dar caza en el 4º puesto del Oeste. Lo que cualquiera consideraría un partido muy atractivo. Pero ese no es el problema.
Debido al lockout y al calendario comprimido, la NBA ya se vio obligada a poner partidos el mismo día que la Superbowl, aunque al menos los programó a horas que no competían con el mayor evento deportivo del mundo. Pero se ve que a alguien se le olvidó la final de la NCAA. Hoy se disputa la final de la liga universitaria, otro evento seguido masivamente por los estadounidenses y por el que muchos son capaces de escabullirse del trabajo o, por supuesto, olvidarse de otros equipos a los que siguen.
Y en esta ocasión, los partidos coincidirán en horario, ya que los Mavs jugarán a las 2:30AM hora española mientras que la final comenzará a las 3:23AM. Es posible que la gente que tiene abono de temporada vaya a ver el inicio del partido para después marcharse y que en la segunda mitad veamos una gran cantidad de asientos vacíos, y quizás los Mavericks logren salvar el récord con la estrategia que siguieron en otras ocasiones: horas antes del encuentro, rebajar todas las entradas disponibles al precio de $1.
Rick Carlisle lo ve así:
"Es una decepción que nos vayamos a perder la final en directo" decía el entrenador. "Pero nuestro partido es más importante".