Los Dallas Mavericks no están bien. Eso es una obviedad. Con un balance de 1-4 que podría ser perfectamente esta noche de 1-5 si pierden en casa contra los Thunder, y aún con malas sensaciones que llevan a pensar que físicamente están muy lejos de su mejor momento y que muchas de las piezas no terminan de encajar.
Sin embargo, desde dentro de la franquicia quieren transmitir tranquilidad. Siguen diciendo que cada vez van a estar mejor físicamente, y que esperan que las piezas vayan encajando poco a poco.
La mayoría de los fans tratan de mantener la tranquilidad y ser pacientes, pero no es fácil con la imagen que el equipo ha dado. Los más optimistas siempre tenemos en mente que aún solo se han disputado 5 partidos y queda mucho por delante. También que en la primera temporada de Rick Carlisle en Dallas se empezó con un 2-7 y se terminó llegando a las 50 victorias, y que en la 2006-07 en la que se sumaron 67 victorias, se comenzó la temporada con un 0-4.
Pero, en esta temporada tan dura y comprimida, ¿cuándo será el momento de empezar a preocuparse de verdad?
Marquen estas fechas del mes de enero en el calendario:
- 19 en Utah
- 21 en New Orleans
- 23 Phoenix
- 25 Minnesota
- 27 Utah
- 29 San Antonio
- 30 en Phoenix
Una racha de 7 partidos más o menos asequibles, 4 de ellos en casa, y entre los cuales tan solo San Antonio superará previsiblemente el 50% en su balance a final de temporada.
Dentro de prácticamente un mes, el día 30 después del partido en Phoenix, podremos hacernos una idea de hacia dónde van encaminados los Mavs. Ese día, Dallas debería estar ya con balance positivo y con cierta comodidad.
Cualquier otra cosa sería, ya sí, motivo de preocupación.