Dallas juega con fuego, y se quema
Dallas Mavericks ha doblado la rodilla en el primer partido que disputaron bajo el arropo de su público de los 3 que están previsto disputarse. Partido emocionante, vibrante, propio de unas Finales de la NBA que por lo de ahora serán recordadas como una de las mejores de los últimos tiempos.
Una vez más el equipo entrenado por Carlisle cedió una ventaja en el marcador demasiado amplia. Si en el segundo partido consiguieron remontar una desventaja de 15 puntos, anoche fue de 14 aunque finalmente terminarían derrotados gracias a una canasta de Chris Bosh en los instantes finales.
Posteriormente la gran estrella local, el alemán Dirk Nowitzki tendría una última oportunidad para empatar el partido pero su lanzamiento dió en el aro y salió, lo que coloca de esta forma el 2-1 para los Heat y con el factor cancha nuevamente a su favor.
Fue un choque que en los primeros minutos se convirtió en un intercambio de canastas pero ya en el segundo cuarto los Dallas Mavericks se atascaron en ataque lo que significó la desventaja por encima de la docena de puntos. Un ataque de orgullo local arropados por una grada totalmente entregada y como no un poco de pájara visitante hizo que al descanso el equipo de South Beach unicamente se fuesen 5 arriba.
A la vuelta del descanso la pájara fué de Dallas que encajó un 6-0 e parcial. Tiempo muerto y a volver a ajustar. Después Dirk Nowitzki se puso el mono de trabajo y empezó a anotar dejando su casillero al finalizar el partido en 34 puntos que sumados a sus 11 rebotes le convirtieron en el mejor anotador y reboteador del encuentro. De nada sirvió. El alemán llegó a los minutos importantes fundido fisicamente, con 42 minutos en sus piernas y sin apenas haber descansado en el tercer y último cuarto.
Dallas no sólo notó el cansancio de su estrella sino que su principal problema radicó y radica durante toda la serie en ese factor X que hasta ahora les había sido fundamental en los Playoffs. Barea, Stojakovic y compañia simplemente no están, se encuentran out, fallones en ataque y en defensa dejando muchisimo que desear y si aún por encima Terry aparece a tirones los Mavericks no pueden pretender ganar el anillo de esta manera.
Todo lo contrario en Miami donde forjados con una enorme defensa, un poderoso ataque con Wade a la cabeza (29 puntos y 11 rebotes) y con el resto del Big Three no quitando protagonismo pero a su vez cumpliendo un rol más secundario tienen la consecución del anillo a su alcance. De hecho, y como decía un compañero en Twitter, si no llega a ser por una milagrosa remontada esto iría 3-0.
Pues eso.